No fui el mejor estudiante del curso de Química en el colegio, de hecho, pasé con las justas; aún así, entiendo la enorme diferencia entre una fórmula química de otra.
Sé lo que significa Cl O2 (dióxido de cloro) y lo que es Na Cl O (lejía).
Les explico como lo expliqué a un buen amigo ayer, porque estaba tan confundido como mucha gente cuando oyó a Elmer Huerta y sus 20 minutos de mentiras.
Si tú haces una tortilla y utilizas huevos, el resultado final no son huevos sino tortillas, es decir, aunque hayas usado huevos y los hayas mezclado con otros ingredientes, no va a resultar huevos como producto final; y si vas por la calle y quieres pedir tortillas, no le vas a decir al mozo de algún local de venta de comida que te ponga dos huevos en la mesa; no nada de eso, sino le vas a pedir dos tortillas.
Las combinaciones químicas logran sustancias distintas a sus ingredientes.
El Cl O2 no es lejía ni tampoco es cloro. La combinación, aunque tenga como ingrediente de inicio el cloro, da como resultado final algo que no es cloro sino dióxido de cloro.
Cuando ingresa el dióxido de cloro (Cl O2) a tu cuerpo, el O2 es asimilado, sí, el mismo de la fórmula Cl O2. Luego, el Cl, al quedar libre, se une al sodio (Na), el que tenemos en nuestro cuerpo (si nunca has llorado, nunca has sabido que las lágrimas tienen sodio) y ¿adivina qué? pues la unión de Na con Cl forman el cloruro de sodio, nada más y nada menos que la sal que tiene tu sopa. O sea, si crees que la sal es cloro porque su fórmula química es Na Cl, entonces no deberías comer sal, porque la sal que le echas a tu sopa es Na Cl, y no vas a decir que estás echando cloro a tu sopa sino sal.
Yo, que fui un mal estudiante de Química lo entiendo, y tú que seguro tienes una mente superdotada: ¿no lo entiendes?
Yo creo que todos los que confunden dióxido de cloro(Cl O2) con lejía (Na Cl O) debe ser porque están bromeando, sí, debe ser una broma.
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