CUANDO SE GOBIERNA CON UN GABINETE EN LA SOMBRA, CUALQUIERA PUEDE SER EL GABINETE A LA LUZ

Siempre me ha llamado la atención cuando se llama a un ministro de Estado, porque ello refleja la personalidad del gobierno.

Con Lerner teníamos a un primer ministro dialogante, aunque sin decisión. Pero se podía intentar el diálogo. Luego, se supo que Lerner no se reunía con Humala desde hacía varias semanas; que había pasado a ser un primer ministro sin la venia del gabinete en la sombra. Lerner ya era un primer ministro sin apoyo, entonces lo que se mandó a Cajamarca fue a alguien que ya estaba de salida, su diálogo ya no tenía la aprobación del gobierno y los asesores.

Se llamó a Valdés, una persona sin la capacidad de dialogar. Pese a los fracasos y a las muertes por su gestión, continuó en el cargo, lo cual me hace suponer que Valdés representaba la verdadera personalidad del gobierno, que es la puerta cerrada a quien no comulgue con el mismo y abierta a quienes se pongan a sus órdenes, sin dudas ni murmuraciones. Valdés encajaba muy bien a las voces que le hablan al oído de Humala.

Creo que frente al evidente fracaso de Valdés, el gobierno no ha aprendido la lección, porque no han cambiado sus actitudes, no existe un mea culpa, ni se cambiarán a los asesores presidenciales, que en la sombra es el que en realidad cogobierna con Humala, el mismo que no tiene formación de trabajo en equipo, ni cree en reuniones de trabajo para dilucidar soluciones. Humala cree en soluciones al oído de sus asesores, sin tener que pasar largas horas de trabajo grupal.

Sin mejores actitudes y con asesores de gobierno sin trayectoria política y de logros importantes como presentación, quien quiera que sea el primer ministro, resulta solo en una mera formalidad, aunque ya no tenga formación militar, tampoco le interesa a Humala que tenga formación de independencia.

El grupo de ministros que se viene, no tendrán la fuerza para tomar decisiones que no le gusten al gobernante ni a sus asesores, el verdadero gabinete en la sombra. Creo que solo se trata de llenar los cargos con quien acepte, pues poco importa ya quien sea, porque no se gobierna desde allí, sino desde el grupo de oidores de Humala, los "brillantes" asesores y esposa.