miércoles, febrero 11

CRISIS: AHORA VIENE LO PEOR - ENTREVISTA A PETER KOENIG

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Nota:
Esta es una entrevista por el Director César Lévano, del Diario "La Primera" de Lima en Perú, al Economista Peter Koenig, quien trabajó durante 30 años como Consultor en el Banco Mundial. Nos da su opinión sobre la gran crísis mundial, un análisis y como el Perú será afectado por el TLC firmado con los EE.UU. Las premoniciones no son nada halagadoras para nuestro país, y nuevamente nos vemos en una encrucijada que necesita de líderes gubernamentales con otra mentalidad desde el nacimiento y no estos retrógrados comisionistas de la política que nos vienen gobernando.


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He aquí un examen riguroso de la crisis global, sus causas y consecuencias. Peter Koenig, el entrevistado, es economista por la Universidad de Zurich, Suiza. Durante más de 30 años trabajó para el Banco Mundial. Su visión es, pues, la de un insider, la de alguien que conoce las entrañas del monstruo.


¿Cuál es el resultado de la cita reciente de las grandes potencias en Davos?
Allí se han reunido los que querían salvar el sistema. Los que se unen en las grandes palabras sobre esto y esto, y consideran que hay que subvencionar a los grandes bancos e industrias, que no han hecho otra cosa que pagar grandes sumas a sus presidentes, y lo siguen haciendo. Esa misma gente está rodeando ahora al Presidente Obama. Dicen que quieren salvar la economía capitalista. No lo van a hacer. Quizás van a postergar un poco la crisis; pero lo que va a venir es mucho más grave.

-La crisis ya ha empezado a afectar China.
-Si, China y Estados Unidos tienen una relación simbiótica, en el sentido de que depende el uno del otro. Para sus exportaciones, China depende del mercado de consumo de Estados Unidos. La economía estadounidense depende del crecimiento económico de China, en la que sus empresas han invertido para aprovechar la mano de obra barata de ese país. Pero ahora el mercado de consumo de Estados Unidos está colapsando, y el 70 por ciento del PIB de Estados Unidos es consumo, mientras en China es al revés: más del 70 por ciento del PIB es allá producción dura, física. Entonces, si el consumo disminuye en Estados Unidos, va a sufrir la producción china. China indica que para sobrevivir sin crisis necesita un crecimiento anual de ocho por ciento. Ahora ya están en seis, seis y medio por ciento. Eso va a ser grave.

-¿Qué va a pasar?
--China tiene que hacer correcciones para que los pobres, sobre todo los que viven en el interior de China y los que migran a la franja este del Pacífico, donde hay trabajo, no sufran todavía más. El problema es que Estados Unidos tiene actualmente una deuda total de unos sesenta trillones de dólares, lo cual es enorme, si se compara con su (PIB), que es de unos 13 y medio trillones de dólares. Parte importante de esa deuda es externa; más de diez trillones de dólares. De éstos, más de dos trillones están en la tesorería de China. Es decir, es dinero que Pekín tiene en sus reservas. Eso implica otra interdependencia con Estados Unidos. Si el dólar colapsa, China va a perder sus dos y pico trillones de dólares de reservas.

-O sea que si se arruina Estados Unidos, también se arruina China.
-Exactamente. Y se van a arruinar muchos países que tienen reservas en dólares. Y el dólar sigue siendo la reserva de facto en el mundo, desde que en 1971 se eliminó el estándar oro. Hoy, más y más países están convirtiendo sus reservas a euros, yenes o yuanes u otras monedas de países que prometen tener una economía más fuerte.

-Usted me decía la vez pasada que Suiza había suscrito con Irán un contrato en euros para la compra de petróleo.
-La amenaza constante de Estados Unidos dice que es porque Irán tiene un programa de armas nucleares, lo cual es mentira. Y aunque fuera verdad, qué puede importar a Estados Unidos, que posee armas nucleares que son más de mil veces las que Irán pudiera producir dentro de varias generaciones. Además, ese país no tiene la capacidad de dirigirlas contra Estados Unidos. Lo que en realidad hacen con esa intimidación es cogerlos por el cuello para que no concierten en euros el precio de su petróleo y su gas. Al principio del 2007, Irán ha empezado a vender sus hidrocarburos en euros. Estados Unidos ha amenazado a todos los bancos, sobre todo los europeos, con que los sancionará con un boicot total si aceptan petroeuros de Irán. Todos los bancos cumplieron con los requisitos fijados por Estados Unidos. No sé por qué. El último que cayó fue el Deutsche Bank. Lo que pasa en realidad es que ahora todos los productores de petróleo y de gas, que reciben el pago de sus hidrocarburos en dólares, los convierten de inmediato en euros, o francos suizos, o yenes o yuanes, para reducir sus riesgos. No tienen confianza en el dólar. Así pasa, por ejemplo, con Arabia Saudita. Esa conversión se realiza mayormente en Ginebra, que es prácticamente la tesorería de Arabia Saudita.

-¿Venezuela está haciendo lo mismo?
-Supongo que está haciendo lo mismo. Seguro. Y Bolivia también. Y Ecuador también.

-¿Desde el momento en que se publica su libro Implosión en 2007 ha ocurrido algún gran cambio en la economía mundial?
-Los cambios son prácticamente la concreción de lo que predije en el libro. El colapso de la economía capitalista lo preví, quizás de una manera un poco diferente; pero por las mismas razones: el endeudamiento extremo, sin límites, sin regulaciones. En ese endeudamiento contribuyen mucho el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Ellos influyen mucho en que se endeuden países en vías de desarrollo, como el Perú, países que en principio no necesitarían deuda externa, si supieran manejar bien sus recursos internos, sus recursos naturales. Hoy, algunos están cambiando, como Bolivia, Ecuador…, otros no. Mientras que están con la deuda externa hasta el cuello, llegan corporaciones internacionales para decirles: ustedes tienen muchos recursos, nosotros podemos explotarlos, y así ustedes pueden pagar la deuda. En el caso del Perú ha habido una diferencia, porque generó bastantes ingresos. Pero eso va a terminar, porque el país va a ser afectado como todos los demás. Lo que está pasando en Camisea (gran proyecto de explotación de hidrocarburos), por ejemplo, es desastroso, sobre todo para la población nativa: la destrucción del medio ambiente, la contaminación de los ríos, la eliminación de plantas nutricionales y medicinales. El río Urubamba y los tributarios de ese río, en la zona donde viven los Machiguengas, están siendo destrozados por Camisea. Sin embargo, el proyecto Camisea prácticamente deja muy poco, menos del ocho por ciento como regalía. Igual ocurre con muchas empresas de la gran minería. Yanacocha no paga ningún impuesto, gracias a arreglos de la época de Fujimori y Montesinos. Pero se hubieran podido introducir cambios con el gobierno actual, como lo han hecho otros países. En Bolivia, las empresas de hidrocarburos pagaban muy poco. Con Evo Morales se alzó la cortina, y ahora, en lugar de obtener 18 por ciento de regalías, obtiene 82 por ciento. Las corporaciones han protestado; pero ninguna se ha ido, porque todavía siguen ganando lo suficiente. A mi juicio, esa puerta está abierta para cualquier nuevo gobierno, que encuentre que ese tipo de contratos se ha impuesto de forma ilegal. Ecuador ha hecho una auditoría para determinar qué parte de su deuda externa es fraudulenta y cuál es legal. Parece que el 40 por ciento de la deuda externa de diez mil millones de dólares es fraudulenta. Parece que esa parte no la van a pagar, ni el servicio de la deuda.

-¿Cómo se contrajeron esas deudas?
-Son deudas en gran parte con el Banco Mundial, el Banco-Interamericano de Desarrollo, el BID, y el Fondo Monetario. Son préstamos tipo ajustes estructurales, apoyos al presupuesto nacional –lo que llamo ‘cheques en blanco’– de estas instituciones financieras, que imponen condiciones para ayudar a corporaciones en la explotación de los países pobres. Son préstamos que no tienen ningún sentido, que no contribuyen en nada al crecimiento socioeconómico de un país. Lo ha demostrado un informe interno del Banco Mundial, informe que no se ha publicado. El Banco continúa haciendo lo mismo. Casi 50 por ciento del portafolio del Banco Mundial consiste en ese tipo de operaciones.

-¿El FMI estaba prácticamente en quiebra?
-Sí. Hasta que llegó la crisis económica, que da nueva vida al FMI para continuar con su método tradicional nefasto de endeudamiento del Tercer Mundo con el pretexto de rescatarle.

-¿Cómo va a pesar la crisis en nuestros países?
-Los países más globalizados son los que más van a sufrir, porque están más vinculados al sistema capitalista, y sobre todo a la economía de EE.UU. El Fondo Monetario está prácticamente en quiebra. ¿Por qué? Sobre todo porque los países de América del Sur han rehusado seguir trabajando con el FMI y también redujeron sus relaciones con el Banco Mundial. Han pagado la deuda con el FMI para estar libres de las presiones de éste. El FMI ha despedido un 25 a 30 por ciento de su personal. Ahora, con la crisis internacional, piensan recuperarse. Dicen: “los países en desarrollo van a tener necesidad de nuevos préstamos”. Ya tienen un fondo de rescate que establecieron en los años 90, cuando hubo la crisis económica de Asia. Desde entonces no se utilizaba; pero en la reunión de los G20 de noviembre del 2008 en Washington decidieron que el FMI debe recurrir a este fondo de emergencia.

-¿A cuánto asciende ese fondo?
-Creo que tiene doscientos mil millones de dólares; pero van a necesitar miles y miles de millones más. Ya empezaron a prestar a Pakistán, a Islandia, Ucrania, Hungría y otros. Lo que van a prestar son préstamos tipo ‘cheques en blanco’ que no contribuyen en nada al bienestar socioeconómico del país. Sólo están cubriendo una deuda con otra deuda. Y con esa nueva deuda tienen además que pagar intereses. Así que es un desastre. Mientras que los países ricos tratan de reducir la deuda, están pidiendo a los países pobres que contraigan más deuda.

El FMI está pidiendo a los países pobres, como condición para los préstamos, que aumenten sus tasas de interés internas y que reduzcan el costo del sector público, lo que quiere decir despedir personal, mientras que los países ricos bajan sus tasas de interés y están creando empleo en el sector público, a fin de aliviar la crisis.


TLC: un desastre para el Perú

-¿Cómo está el Perú frente al Fondo Monetario y el Banco Mundial?
-El Perú es uno de los pocos países de América Latina que todavía trabajan mucho con el Banco Mundial. Los demás se liberaron del FMI y tienen pocas operaciones con el BM. En Argentina y Brasil, por ejemplo, antes el BM decía: “ustedes necesitan un proyecto acá, doscientos millones de dólares para esto, etcétera”. Ahora Argentina como gobierno soberano decide lo que requiere como préstamo eventual. Igual pasa con Bolivia, Ecuador, Brasil y Venezuela.

-¿Cómo se ubica Chile? Está en dificultades.
-Está en dificultades. Chile es un caso un poco especial, pero también trata de liberarse de las condiciones sociales duras del FMI. Chile es, junto con el Perú, el único país de América del Sur que tiene TLC. Pero ellos lo tienen desde los años 90. Todos los demás han rechazado un TLC con Estados Unidos. En cambio, el Perú fue varias veces a rogar al Congreso norteamericano para que ratifiquen el TLC. Y, creo que lo dije ya la vez pasada, el TLC con EE.UU. va a ser para el Perú un desastre. Sobre todo el campesino pobre, el agricultor, va a sufrir enormemente.

-Recibí un correo insultante, que me tildaba de pesimista y aseguraba que con el TLC va a bajar el precio de los alimentos. ¿Cómo ve ese argumento?
-El argumento es una mentira total. Lo que va a pasar es que van a llegar una docena de productos agrarios de los Estados Unidos, que allá son altamente subvencionados: ese país subvenciona su producción agraria con 300 mil millones de dólares anuales. No tengo en la memoria todos esos productos; pero puedo mencionar los tres más importantes para el Perú: arroz, maíz y algodón. Son productos de larga, larga tradición del Perú, que se cultivan en la costa. Los cultivos estadounidenses subvencionados van a invadir el mercado. Como parte del tratado, el gobierno peruano va a tener que eliminar los aranceles para esa importación. Los productos van a ser más baratos que los peruanos. Pero va a haber intermediarios, probablemente peruanos con intereses extranjeros, que van a beneficiarse de esa diferencia de precio. Pero esa diferencia, por pequeña que sea, hará que el pequeño agricultor peruano ya no pueda competir y por consecuencia producir. Resultados similares se ve desde ya tiempo en México con NAFTA y está ocurriendo ya con el proyecto Chavimochic en la región de Trujillo, donde el gobierno está privatizando la tierra, un proceso que empezó desde 1995. Ahora quiere privatizar el agua. ¿Qué significa eso? Significa que van a llegar grandes corporaciones, quizás peruanas con capital extranjero, que se van a implantar en las casi 150,000 hectáreas del proyecto. Van a captar el agua del río Santa, que es el más caudaloso de toda la costa. Se trata de un proyecto principalmente agroindustrial multipropósito que incluye un proyecto hidroeléctrico, creo que para 68 megavatios, mucha infraestructura de riego, sin duda con técnica moderna. El costo estimado del proyecto es de 1,600 millones de dólares, en gran parte financiado con préstamos. El pequeño agricultor no va a poder competir con eso. He hablado con agricultores de la zona, y dicen: “mejor vendemos, mientras podamos”. Van a vender por una miseria. ¿A quién? A las grandes agrocorporaciones. Allí se va a producir espárrago, paltas, ají, pimiento, todo lo que se puede exportar en el marco del TLC. Los campesinos pobres van a abandonar sus chacras y van a migrar y poblar los pueblos jóvenes.

Fuente : Diario "La Primera"

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