sábado, noviembre 29

No sea que Nos olvidemos - Paul Krugman



¿Unos cuantos meses atrás, me encontré en una reunión de funcionarios economistas y de finanzas, debatiendo — qué otra cosa? — La crisis. Abundó el análisis profundo . Un funcionario de la política preguntó, “ ¿por qué no vimos lo que se venía?”
Hubo, cómo no, sólo una cosa a decir como respuesta, así lo dije: “¿Usted quiere decir ‘ nosotros, ’ el hombre blanco?”

Bromas aparte, sin embargo, el directivo tocó un buen punto. Algunos dicen que la crisis actual es sin precedente, pero la verdad es que abundan los precedentes, alguna de ellos de vendimia muy reciente. Pero estos precedentes fueron ignorados. Y la historia de cómo no vimos esta crisis tiene una implicación clara de política — a saber, la reforma financiera del mercado debería estar apurándose urgentemente, que no se debería aguardar hasta que esta crisis se resuelva.

Acerca de los precedentes: ¿Por qué desecharon tantos observadores las señales obvias de una burbuja de la vivienda, aun cuando en los años 90's la burbuja del "puntocom" estaba aún fresca en nuestras memorias?

¿Por qué tantas personas se aferraron a que nuestro sistema financiero era “ elástico, ” como Alan Greenspan lo dijo cuándo en 1998 un colapso simple tuvo respuestas evasivas de fondo a los términos de Largos Plazos del Capital, paralizado los mercados de crédito alrededor del mundo?

¿Por qué se engañó poco menos que a todo el mundo, confiando en la omnipotencia de la Reserva Ferederal cuando su contraparte, el Banco de Japón, gastaba una década intentando y fracasando en salir de una economía atascada?

Una respuesta para estas preguntas es que a nadie le gusta ser el corchete de la fiesta. Mientras la burbuja de la vivienda se inflaba imperturbable , los prestamistas hacían dinero de sobra emitiendo hipotecas para cualquiera que pasara por la puerta; los bancos de inversión estaban haciendo aun más dinero reempacando esas hipotecas en valores nuevos y relucientes; y los gerentes del dinero registraban grandes ganancias en papel, comprando esos valores con fondos prestados mirándose como genios, y fue pagado como corresponde. ¿Quién quería oír a economistas deprimentes advirtiendo que todo era, efectivamente, un artilugio gigante tipo Ponzi?

Hay también otra razón, el establecimiento de una política económica fracasaba en poder ver que una crisis se venía. Las crisis de los 90's y los anteriores años de esa década deberían haber sido vistos como augurios calamitosos, como intimaciones de aún peores problemas venideros. Pero todo el mundo estaba demasiado ocupado celebrando el éxito pasando a través de los avisos de la crisis que se venía.

Considero, en particular, lo que sucedió después de la crisis de 1997-98. Esta crisis enseñada que el sistema financiero moderno, con sus mercados desregulados, jugando riesgosamente con el apoyo externo y flujos globales de capitales, se estaba volviendo peligrosamente frágil. Pero cuando la crisis se fue, el orden del día fue el triunfalismo, y no el análisis profundo.

La revista "Time" famosamente nombró a los señores Greenspan, Robert Rubin y Lawrence Summers como “ El Comité Salvador del mundo ” — los “ Tres Mosqueteros ” que “ evitaron una caída global.” En efecto, todo el mundo se declaró en fiesta de victoria por nuestra retirada del borde del abismo, mientras se olvidaban de preguntar cómo llegamos al borde.

Efectivamente, la crisis de 1997-98 y la desbordante burbuja, probablemente tuvieron el efecto perverso de construir mas sendos inversionistas y funcionarios, no menos complacientes. Tampoco la crisis realmente estaba a la altura de nuestros peores miedos, porque ni una ni otra causaron una Gran Depresión, los inversionistas llegaron a creer que el señor Greenspan tenía el poder mágico de solucionar todos los problemas — y bien, uno sospecha, si se engañaba el señor Greenspan a sí mismo, que se opuso a todas las propuestas de regulación prudente del sistema financiero.

Ahora estamos en el centro de otra crisis, lo peor desde los años 30's. Por el momento, todos los ojos están en la respuesta inmediata. ¿Hará un esfuerzo aún más agresivo el FED para descongelar los mercados de crédito? ¿El estímulo fiscal de la Administración Obama, cambiará la dirección hacia la salida? (No estoy todavía seguro, a propósito, si el equipo económico piensa lo suficientemente grande.)

Y porque todos nosotros estamos tan preocupados acerca de la crisis actual, es difícil enfocar la atención en los asuntos de términos más largos — en refrenar nuestro sistema financiero fuera de control, para impedir por lo menos limitar la siguiente crisis. Pero la experiencia de la última década sugiere que hay que preocuparse por la Reforma Financiera, sobre todo regulándo “lo oscuro del sistema bancario ” que es el corazón del desorden actual, más pronto en vez de más tarde.

Pues una vez que la economía esté en camino de recuperación, los mercaderes harán dinero fácil otra vez — y tratarán de influenciar en contra de cualquiera que tratara de ponerles límites . Además, el éxito de los esfuerzos de la recuperación llegará a parecer preordinado y parejo, sin embargo no es así, y tomar medidas se verá como andar a la deriva.

Aquí va mi súplica: Si bien el orden del día de la administración entrante está ya completamente lleno, no debería postergar la Reforma Financiera. El tiempo de iniciar para impedir la siguiente crisis, es ahora.


Traducción no autorizada : socrates1810
Fuente : Paul Krugman - The New York Times
Imágenes:
1.- http://www.thedigeratilife.com/images/housingbubbleburst.jpg
2.- http://www.ca-bi.com/blackbox/index.php?s=minsky

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