Tumba de Augusto Bernardino Leguía, un hombre controvertido hasta cierto punto. Es verdad que gobernó 15 años de los cuales 11 fueron mediante un golpe de Estado.
Aunque después hubo una serie de plebiscitos, su poder nace de la fuerza y es la fuerza la que lo derrota mediante el comandante Luis M. Sanchez Cerro.
Leguía por alguna razón se ganó el odio de la clase más acomodada, de la cual provenía. Sufría de la próstata y le negaron la asistencia médica. El odio de sus enemigos llegó a tal punto que asaltaron su casa para buscar el tesoro que guardaba ya que lo acusaron de corrupción, no hallaron nada. Agonizando sobre una cama, hicieron detonar una bomba cerca de donde estaba, la clase acomodada así le hizo saber que lo odiarían aún después de morir.
La clase acomodada no acepta que nadie les diga no a sus ambiciones. Leguía, aunque hizo cosas negativas contra el Perú como el tratado con Colombia y su pleitesía al gobierno de Estados Unidos, no era un ladrón.
Leguía fue asesinado lentamente por el odio de los abuelos de la Confiep.
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